Joana Alfonso acabó sus estudios en la Escuela del Actor en 2012. Ahora, casi 10 años después, hablamos con ella y hacemos una pequeña retrospectiva de su trayectoria como actriz, creadora y clown.
Empezaremos por lo difícil… ¿Quién es Joana Alfonso?
Eso mismo me pregunto yo, por ahora, una gran desconocida. Supongo que alguien que se esfuerza en crecer, en mejorar, en disfrutar del viaje, en ver las cosas con perspectiva y todo ello, intentar acompañarlo de teatro. Que es quién me da mariposas en el estómago.
A lo largo de tu trayectoria, el clown siempre ha sido un elemento al que has estado muy ligada ¿Crees que todavía existe un desconocimiento sobre este código? ¿Qué aspectos positivos te aporta a ti como actriz?
No sabría decirte, puede que aún falte información, ya que no solo es hacer reír o hacer el tonto, que también, pero hay toda una filosofía, un movimiento, casi un estilo de vida, que quizá de esto no se hable tanto. Tal vez por eso, cómo otras muchas disciplinas de las artes escénicas, está relegada a prima segunda. No es tan glamurosa, ni tan conocida, ni tan respetada. Para mí, como actriz, es una herramienta más a la que poder recurrir a la hora de encarar un trabajo. Tener la capacidad de jugar, divertirme/ divertir, encontrar mi forma de hacer las cosas, llegar al delirio, viajar en el absurdo, vivir el presente, no juzgar, escuchar activamente en escena y al público, reaccionar y fracasar con humor y amor. Y sobre todo sentirme orgullosa de aquello que en escena me hace ser diferente, aquello que, en mí, como en todos, es único e irrepetible.
“Tot explota”, “La vaca que riu”, “Horta”… y muchos más espectáculos dirigidos por mujeres. ¿Cómo valoras la situación de las voces femeninas en el teatro?
Mi experiencia es que he estado rodeada de personas, que casualmente son mujeres, brillantes y trabajadoras. Que entregan toda su energía a los procesos de creación y a sus espectáculos. Insisto, casualmente, son mujeres y para mí, eso ha sido lo normal. Allá dónde voy veo voces femeninas, compañeras, directoras, actrices, payasas, bailarinas, performers, cantantes con necesidad de contar, pero vamos, que aún estamos lejos de la equidad y la paridad.
Primero “Zona Neutral” (montaje final de tu promoción) y ahora “Horta” (L’Horta Teatre)… ¿Cómo ha sido volver a trabajar bajo la mirada de Pau Pons?
Ha sido amor y alegría. Pau Pons es una mente privilegiada que crea teatro con gran sensibilidad, belleza y complejidad. Ha sido un honor y una oportunidad volver a encontrarme con ella y seguir practicando aquello que me enseñó en clase y aún no me sale. Y que después de más dos años de gira, siga dándonos notas tras la función es tan maravillosamente frustrante, que siempre será “esa” profesora que con su sola presencia me ha empujado y acompañado en este viaje.
Después de casi una década desde que acabaste tu formación en la Escuela del Actor ¿en qué ha cambiado tu visión de la profesión de actriz?
Supongo que ahora tengo una visión más realista de esta profesión, ahora sé lo que implica llegar a final de mes viviendo de esto. A veces la cantidad de trabajo no depende tanto de lo bueno o malo que creas ser en tu trabajo, entran otros muchos factores en juego. Esto es una carrera de fondo, compaginar trabajos y resistir, con dudas constantes. Mi visión ha cambiado completamente, las raíces del árbol ahora son más fuertes, pero las ramas están aprendiendo a moverse con el viento, con la inestabilidad y el constante cambio de aire.
Los espectáculos en los que participas suelen caracterizarse por la fisicidad, el contacto humano… ¿cómo se enfoca todo esto en tiempos de Covid?
Se enfoca lo mejor que se puede. Entre los miembros de la compañía, con todas las medidas Covid posibles y necesarias. Con el público, según qué espectáculo, modificando distancias, usando mascarillas y sonriendo con los ojos. Es inevitable ver un nuevo muro invisible que nos separa y nos impide abrazarnos y tocarnos con el alma, entre compañeros y con el público. Y bueno, cruzando los dedos. Yo cruzo mucho los dedos para que todos estemos bien y podamos seguir trabajando.
¿Dónde podemos volver a verte?
En mi casa, principalmente, asomada al balcón viendo la gente pasar. Pero si te refieres actuando, el 17 de abril estaremos con La vaca que riu en Sagunto y del 7 al 9 de mayo con Horta en el Teatro Nacional de Cataluña.
¿Qué le pides al futuro?
Le pido oportunidades. Y resistencia para la carrera de fondo.