Seguramente a muchos os suene su cara de proyectos como “L’ Alqueria Blanca”, “La forastera” o “Todo lo otro”. Pero para nosotros siempre será esa alumna que se formó hace años en nuestras aulas. Hoy nos entrevistamos con María Maroto.
Empezaremos por lo difícil… ¿Quién es María Maroto?
Mira, justo el otro día una amiga decía que cuando me hagan esa pregunta debería contestar: ‘En la indefinición me siento muy a gusto’. Y creo que me identifico totalmente así que nada más que añadir.
En la pequeña pantalla llevamos mucho tiempo viéndote interpretar a Raquel en “L’Alqueria Blanca”, que este año ha vuelto con nuevos episodios… ¿Ha sido fácil volver a meterte en sus zapatos después de tanto tiempo?
Ha sido muy interesante porque, por un lado, era raro después de tanto tiempo… pero ha sido curioso ver como el cuerpo tiene memoria y la esencia de Raquel ha salido sola sin que tuviera que hacer nada. Lo curioso al ver la serie es que creo que hay un salto de calidad en muchos sentidos, también a nivel interpretativo pero los personajes siguen con su esencia. Han madurado con nosotros y eso es bonito.
También en A Punt te vimos protagonizando “La forastera”, en la que interpretabas a una mujer que vive en Barcelona y se ve obligada a volver a su tierra. Tú que trabajas mucho fuera de Valencia… ¿Qué se siente al volver?
“La forastera” fue un proyecto muy especial por muchas cosas. Primero porque Oscar Bernacer, al que quiero y admiro, confiara en mi para el proyecto sin dudar; segundo porque llevabamos casi 8 años sin televisión valenciana y formar parte de uno de los proyectos que abrían esa etapa era bonito y tercero, si, trabajar en Valencia siempre es bien. Una pena que el proyecto no tuviera más trayectoria…
Y más recientemente hemos disfrutado de tu interpretación en “Todo lo otro”, la serie de HBO Max creada por Abril Zamora. ¿Qué puedes contarnos de tu personaje y de esta experiencia?
Bueno con Eva he trabajado con mi parte más patética, no por ridícula, sino porque es un personaje que vive en una constante contradicción con sus principios y sus acciones y creo que es muy guay poder expresar esa parte de nosotros que nos avergüenza. La experiencia ha sido un sueño, siempre trabajar con Abril es un gusto. Esta vez, aunque estaba HBO Max detrás, no hemos notado diferencia a cuando hacíamos teatro por cuatro euros y eso dice mucho del cariño que hay en el proyecto. Ha sido un sueño ir a rodar con amigos y sentirse en casa todo el tiempo. Vamos, que esto pasa una vez en la vida, creo.
Ya trabajaste bajo la dirección de Abril en “Señoras del (H)ampa” y, antes de eso, en los montajes teatrales “Temporada Baja” “Yernos que aman” o “Pulveriza”. ¿Cómo es trabajar bajo sus órdenes?
Siempre que trabajo con Abril me hace recordar porqué quiero ser actriz, porque su valor y respeto por el trabajo hace que disfrutes y des lo mejor de ti. Es una directora con las cosas muy claras y sabe transmitirlas para que entres en su mundo, pero sobretodo bebe mucho de quien tiene delante y creo que eso es escaso en la dirección en general. Para mí trabajar con Abril es muy fácil porque nos entendemos a la primera y además disfrutamos trabajando juntas. Pero la he visto dirigir a mucha gente, con la que no tenía una relación de amistad, y siempre es igual. Valora a quien tiene delante, consigue que brille sacándole lo mejor y lo más importante acabas pasándotelo muy bien y eso siempre se nota en el resultado.
Desde tu paso por la Escuela del Actor ¿en qué ha cambiado tu visión de la profesión de actriz?
Bueno…. A mí me encantaba la escuela. Tengo recuerdos preciosos y estar allí me ha servido para inspirarme y motivarme muchísimo sobretodo con el profesorado tan guay que teneis. Mi visión ha cambiado, claro. Tuve la suerte de empezar a trabajar muy pronto y creo que al final donde verdaderamente aprendes es trabajando porque es donde te enfrentas a la búsqueda del resultado ya y que el resto lo apruebe. Al final me he dado cuenta de que eso es contraproducente. Esforzarse, analizar demasiado lo que hay que hacer y cómo va en contra de este trabajo para mí. He descubierto no hace demasiado que cuanto más me relajo y disfruto, más concentrada estoy en lo que tengo que hacer y más abierta a que el resultado sea lo que pide la obra y no la idea que yo tenía en mi cabeza.
Cine, teatro… Teatro, cine… ¿Qué te aporta cada una? ¿Le tienes un amor especial a alguna?
La eterna pregunta. Amo las dos. El teatro es una experiencia mágica y, a veces, tediosa también. Repetir todos los días lo mismo a veces da como pereza, pero por otro lado precisamente al repetir todos los dias lo mismo te das cuenta de como cambia la obra segun tú estés, el público y eso es precioso. Luego, rodar es muy guay. Vas, haces las secuencias que te tocan ese día y las disfrutas al máximo porque ya no las volverás a hacer. La putada de eso que se queda registrado y si no estuviste fina te jodes, jajaja. Me quedo con las dos.
¿Dónde podemos volver a verte?
Ahora mismo en “Todo lo otro” en HBO Max, en “L’Alquería Blanca” y en diciembre en Teatros del Canal en Madrid con “Ojos que no ven”, una obra muy chula de Natalia Mateo dirigida por Carles Alfaro.
¿Qué le pides al futuro?
Que poco a poco nos arriesguemos todas y todos a ser más nosotros mismos y a dejarnos ver porque seguro que eso trae cambios interesantes en la profesión y en general. ¡Y, para mí, más trabajo!